La certificación BRC recibe su nombre de las siglas British Retail Consortium (Consorcio Británico de Minoristas ) y fue elaborada por las cadenas de gran distribución británicas (como Tesco, Asda, Sainsbury’s y Waitrose) en el año 1992.
Propone protocolos de calidad y seguridad alimentaria con dos fines: asegurar el cumplimiento de los proveedores y que los minoristas tengan una herramienta para garantizar tanto la seguridad como la calidad de los productos que comercializan.